25º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata: día 7


Foto: David Pafundi

La jornada comenzó con la única actividad paralela del festival a la que asistí, la presentación del tercer tomo de las Obras incompletas de Homero Alsina Thevenet (con el segundo a lanzarse en Diciembre), que abarca los últimos 40 años de escritos del enfermito de Homero. Obviamente se trata de una selección que discrimina muchos de los textos que ya se publicaron en algún otro libro, e incluye varias piezas inéditas, por lo cual la extensión del tomo se limita a la escueta cantidad (en el sistema métrico HAT) de más de mil páginas. La presentación fue amena, aunque el punto de encuentro que el festival dispuso para estos eventos está pésimamente armado. El libro sale 50 pesos y una vez terminado el festival sólo se podrá conseguir en tesorería del INCAA.

Película número 23: Ciencia loca. La retrospectiva de John Hughes pareció haber sido ubicada hacia el final de la muestra a propósito, como una serie de películas-descanso para compensar la carga de planos largos durante la semana. Personalmente, hubiera preferido ir a ver Un experto en diversión, pero por cosas de horario me quedé con la mujer artificial que logra que los nerds tengan confianza en sí mismos, y terminen la noche con una minita en la cama. En el surrealismo de la historia Hughes se olvidó de armar mejor a los personajes, pero entre todo el quilombo la actuación de Anthony Michael Hall es clásica.

Película número 24: competencia de cortometrajes nacionales. Siempre preferible a ver Historias Breves, porque esta selección abarca trabajos de distintas escuelas y lugares del país. Si de mí dependiera, vaya el premio a Pies, con menciones a Lote 30 e Incordia. Fueron las tres obras que concibieron la posibilidad de desarrollar y cerrar las historias que planteaban. Tres minutos de mar, Livianas y Los caminos que esperan plantean bien sus estructuras alternativas.

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