Película número 19: cortometrajes de Har Hartley, programa 3. La calidad es despareja pero los cuatro cortos que se presentaron giran alrededor de la vida en otro país, y de las circunstancias a veces frustrantes que rodean a toda producción artística. La mirada de Hartley funciona mejor en el registro documental de Implied Harmonies y Adventure, mientras que en los tres cortos de ficción el concepto teatral de los personajes se termina devorando trama y entretenimiento. Accomplice puede verse acá.
Película número 20: De caravana. Una de las mejores comedias argentinas de todos los tiempos, clásico instantáneo, quizá la mejor película que haya salido de Córdoba. En estos días sin mucho sueño puedo seguir derrochando boutades, pero del rato increíble que pasé ayer viendo esta película nadie puede objetarme nada. De caravana es una fiesta de una energía aplanadora y contagiosa, y al ritmo constante de La Mona los géneros son ellos mismos, y Córdoba es ella misma, y todos los personajes detonan grandes escenas durante todo el metraje. Mientras La Docta enseñe a ser Hollywood sin dejar de ser Córdoba, mantendremos la esperanza de que San Luis aprenda.
Película número 21: El Camino del Vino. Entre otros buenos logros que películas nacionales que no vi alcanzaron durante el festival, hay que mencionar que El Camino puede afirmar que la familia es lo importante sin dar vergüenza. Es más, para todo hay un rohmerismo con cámara en mano que es sencillamente seductor. Cuando está a punto de ser una película turística (si bien no cansa ver tanta bodega y viñedo), algún giro argumental se florea. Puede verse acá.
Película número 22: La noche que no acaba. Entre tantos sacrificios que grandes hombres han hecho por el amor de Ava Gardner, contar el de Isaki Lacuesta, que acepta la producción de TCM para contar los años españoles de la actriz. Por suerte Lacuesta nunca se olvida de los amigos, y para este documental mantiene la cuota obsesiva en la investigación y la elegancia para contar los detalles menos glamorosos, montando de manera enfermiza los grandes momentos de Ava en la pantalla. Pueden producirse... carpitas, de ver semejante figura, pero eso pasa al ver a una Mujer, entre tanta calza floreada, anteojos de marco grueso y olor a bolas. Admitámoslo.
Película número 20: De caravana. Una de las mejores comedias argentinas de todos los tiempos, clásico instantáneo, quizá la mejor película que haya salido de Córdoba. En estos días sin mucho sueño puedo seguir derrochando boutades, pero del rato increíble que pasé ayer viendo esta película nadie puede objetarme nada. De caravana es una fiesta de una energía aplanadora y contagiosa, y al ritmo constante de La Mona los géneros son ellos mismos, y Córdoba es ella misma, y todos los personajes detonan grandes escenas durante todo el metraje. Mientras La Docta enseñe a ser Hollywood sin dejar de ser Córdoba, mantendremos la esperanza de que San Luis aprenda.
Película número 21: El Camino del Vino. Entre otros buenos logros que películas nacionales que no vi alcanzaron durante el festival, hay que mencionar que El Camino puede afirmar que la familia es lo importante sin dar vergüenza. Es más, para todo hay un rohmerismo con cámara en mano que es sencillamente seductor. Cuando está a punto de ser una película turística (si bien no cansa ver tanta bodega y viñedo), algún giro argumental se florea. Puede verse acá.
Película número 22: La noche que no acaba. Entre tantos sacrificios que grandes hombres han hecho por el amor de Ava Gardner, contar el de Isaki Lacuesta, que acepta la producción de TCM para contar los años españoles de la actriz. Por suerte Lacuesta nunca se olvida de los amigos, y para este documental mantiene la cuota obsesiva en la investigación y la elegancia para contar los detalles menos glamorosos, montando de manera enfermiza los grandes momentos de Ava en la pantalla. Pueden producirse... carpitas, de ver semejante figura, pero eso pasa al ver a una Mujer, entre tanta calza floreada, anteojos de marco grueso y olor a bolas. Admitámoslo.
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