50 discos de 2011: menciones (3)

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Smith Westerns - Dye It Blonde. Si tuviera una moneda por cada banda esperanzadora surgida en el post-Strokismo... Pero soy muy difícil de convencer por estribillos beatlescos y tengo que admitir que lo disfruté mucho. Tomaron una idea de canción muy parecida a la de Girls y la llevaron a un terreno más concreto y Pop; en ese sentido la duración del disco es elocuente. Seguro prendería mucho si la pasaran en algún pub marplatense, donde escasea una idea de perfección del Rock que pase de 1977.


SP-33 - Escape From Tha Carter. Álbum de mashups entre la banda sonora de Escape From New York, de Carpenter, con las voces de Lil Wayne. Se distingue técnicamente de la media del método porque las voces y canciones se deconstruyeron y reformaron antes de ser mezcladas, en vez de integrarse desde sus versiones originales. Un mashup de una remix, en definitiva. Una manera amable, obviamente por lo conocido de ambas partes, de acercase a géneros como el Grime y el Dubstep, los Black Metal del Hip-Hop, dentro de los cuales el concepto suele comerse al producto en sí y su calidad.


Spaceghostpurrp - Blvcklvnd Rvdix 66.6 (1991). Supongo que cuando escuchen esto les voy a deber una explicación sobre el rechazo selectivo a los veinteañeros iracundos que llenan homes de portales musicales a fuerza de polémicas inaceptables para esta época de la historia. Blackland Radio tiene la misma carga de imbecilidad lírica que cualquier disco de Odd Future, quitando apenas, aunque no es poca cosa, las declaraciones homofóbicas y de apología al asesinato de mujeres embarazadas (si recién se enteran de que eso narran las letras de Odd Future les mando un abrazo contenedor). Quedan los "bitches", "niggas", "dick", "pussy", la misoginia noventosa y las declaraciones de autosuficiencia propias de la pose de una generación que por edad y estándares de vida norteamericanos difícilmente haya vivido las historias que hereda de las canciones de N.W.A., pero que tecnología mediante puede alienarse hasta expresarlas sin detenerse a pensar en que puedan estar sucediéndoles a millones de personas, en contextos muy lejanos a lo artístico e irónico. Establecido lo anterior de arranque, Spaceghostpurrp (20 años, Miami) corrió con la ventaja de una cobertura muy discreta de la crítica sobre su música, lo cual probablemente se desencadena del hecho de que Blackland Radio sea enteramente la declaración de un personaje -no necesariamente un alter ego- que no deja filtrar datos autobiográficos o declaraciones "importantes" sobre las cosas. Mientras el soporífero Goblin de Tyler, The Creator se conduce a los tumbos entre una pose rapper de antaño, juegos adolescentes sobre la moral universal parecidos a chicanas de Lars von Trier, pases de factura interminables y lloriqueos obsesivo-compulsivos sobre la infancia sufrida, Blackland Radio sale con su estupidez desnuda, a la libre interpretación del oyente, a intentar entretener como entretiene un chiste antisemita del tío en la sobremesa de un asado. Quiero decir: si el tío contara ese chiste en el medio de un discurso que se pretende serio, ya tendríamos un familiar menos que saludar en las fiestas. Nota aparte al impresionante tratamiento lo-fi del sonido, construcción originalísima del clima turbulento que ayuda a sacar risas cómplices en vez de hacernos temer que el Nü-Metal haya ejercido alguna influencia en las estrellas del futuro.


Tennis - Cape Dory. Si no vieron este disco en muchas listas de lo mejor del año, déjenme contarles con poco decoro lo sucedido: después de meses de inflar a este dúo retro cuando editaba singles y cassettes, la crítica decidió que no estaba satisfecha con el salto al LP y decidió pasar a bendecir permanentemente a otro dúo retro que es Cults. Yo hice el camino inverso, llegando con poca confianza al álbum e inesperadamente disfrutándolo mucho. La pérdida de distorsión no los afectó en lo absoluto, y en cambio hizo mucho más apreciable la voz de Alaina Moore. Maduración para una ola (la del Retro Pop) gastada antes de nacer. Muchas de las canciones pueden apreciarse bastante cambiadas en los anteriores lanzamientos del dúo.


The War on Drugs - Slave Ambient. Primo hermano de Smoke Ring for My Halo, sobre el cuál escribiré en una mejor ubicación numérica. Está más relacionado con Springsteen que este último, aunque termina de diferenciarse en sus varios momentos definidamente Shoegaze.


The Weeknd - House Of Balloons. Un tweet de Drake: retweets, hits, rebote, BNM y una convulsión colectiva por la segunda mixtape de un artista de 21 años, reconocido este año por el gran público gracias a un tweet de Drake. Pero váyanse un poco a cagar... Es un muy buen álbum, pese a la irritante fama repentina. Cuando salió House Of Balloons, su primera mixtape, ni siquiera se sabía que era -o quién era- Abel Tesfaye. En las mejores canciones, debajo de su falsete privilegiado se disponen bases parejitas (el intraducible término smooth), que casi siempre se encuentran en constante tensión, mayormente desatada en los climas tormentosos de Thursday. Sus letras de polvos y consecuencias se alinearon con una estética de resaca de publicidad de perfume, en una unidad de imagen, arte y videos también reconocible en los Odd Future.


Twin Sister - In Heaven. No es técnicamente el primer LP, teniendo en cuenta el cassette Alternates, del año pasado, pero sí su primer esfuerzo desde un lugar con ciertas responsabilidades. La principal virtud de la banda es su facilidad para el eclecticismo en la suma de las canciones, si bien en general se reconocen dentro del Dream-Pop: el año pasado se desviaban entre la Chanson y la Bossa Nova, y para este disco se meten exitosamente con el Retro-Pop asiático (Gene Ciampi), el Disco (Bad Street) y Kimmi In a Rice Field, una gema que llegó 20 años tarde a cualquier episodio de Twin Peaks. El Tumblr de Andrea Estella, hermosura de cantante, revela influencias importantes de la cultura asiática del entretenimiento contemporáneo.


Violeta Castillo - Uno/Otro. Una nueva songwriter nacional que viene con letras impresionistas, un buen background de la escena argentina de los '90 y principios de los '00 como herencia musical y una sana inclinación a las ornamentaciones electrónicas. Los dos EPs de Castillo (me juego a que las canciones mezcladas hubieran armado un gran álbum) son como una extensión de lo que hubiera sido A-Tirador Láser si hubiera dejado una yapa después de El título es secreto, pero con una mayor simpleza y uniformidad de estructuras (convengamos que para lo último de Martí en ATL había que calcular mínimamente dos vueltas melódicas de tuerca por canción). Este año en la radio pasamos a otros artistas argentinos igual de interesantes, como la discípula de Castillo, Paula Trama.


White Denim - Live at Third Man. D es un muy buen disco, pero decido quedarme con una gran prueba pasada por la banda. Jack White, como productor del disco, habría tenido la idea de mandar lo grabado a cinta directo a los vinilos, por lo cual todo ripeo que consigan del disco debería sonar bastante como un bootleg. De Pearl Jam, si fuera una jam band todavía creativa. Ese fue mi intento de descripción de sonido.


Yuck - Yuck. Esto sí que es valentía: Punk noventoso, y no estoy confundiendo de género a los Silver Jews o a Sonic Youth. Esto hubiera salido en MTV junto al video de Basket Case. Puede provocar reminiscencias de todos los sentidos a esa época, en demasía si hacen un esfuerzo.

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