2010: 10 discos, puesto 1



Before Today y My Beautiful Dark Twisted Fantasy comparten el primer lugar. Más allá de un entusiasmo de reality show porque ninguno de los dos sea considerado segundo o peor que el otro, la decisión responde al simple hecho de que este año sobraron obras maestras, y este es un buen modo de simbolizarlo.


En su año consagratorio, Ariel Pink y sus Haunted Graffiti lanzan su primer disco bajo una productora de la magnitud de 4AD, y después de años de grabaciones caseras reeditan varias de sus canciones clásicas en versiones de mejor fidelidad, junto con algunas nuevas, como Round and Round, elegida por Pitchfork como la mejor canción del año. Before Today, aclamado por la crítica y la masa Indie, debuta en el puesto 163 de Billboard.

Ariel Pink tiene un encanto especial para llegar a su pico de popularidad solamente frente a la comunidad que consiguió con ansias su copia del álbum, pero a través de Rapidshare. Afortunadamente no confundió la accesibilidad a las canciones con la complejidad de su sonido: hay silbidos, percusión oral y laberintos de sintetizadores, pero para esta ocasión simplemente se grabaron mediante un equipamiento actualizado.

Como Janelle Monáe, Pink emprende un viaje en plan de cazador de zeitgeists, emparentando aún más sus canciones con los sonidos del pasado (en discos anteriores, el lo-fi afectaba a géneros que nunca se permitieron ser lo-fi...). También en esta oportunidad es que se pueden apreciar los atributos de la banda, antes solamente notables en vivo. Before Today además es divertidísimo y concreto, pero el eclecticismo que conforman sus tracks les va a causar un gran debate interno antes de elegir una canción preferida. No vale la pena hablar de géneros: todo lo que se les ocurra está escondido en algún vestigio.


El quinto disco de Kanye West es el que combina los mejores aspectos de los cuatro anteriores, y también el que abre una veta cinematográfica que no había sido descubierta en el Hip-Hop. En la reivindicación y el festejo de sus peores defectos, sus perversiones y sus fantasías sexuales, West parece imprimirle al género la estampa del Saló pasoliniano, que afortunadamente en estos tiempos más pacíficos se limita a las guarangadas y al trato machista e insensible hacia la mujer. Es una de las mayores celebraciones del hedonismo del siglo XXI, que hoy en día rompe las barreras del envío de fotos de la pija propia a una mujer que no sea la novia.

My Beautiful Dark Twisted Fantasy pudo tranquilamente haber figurado en el segundo puesto de la lista, pero no es un disco concebido para otra cosa que la conquista instantánea. Las canciones son tan buenas, tan largas y tan intensas que el estándar del gusto propio se termina posicionando muy alto, ignorando canciones que en un disco más flojo de West hubieran sido las figuras. La perfección de los himnos a la grosería en el disco terminaron incluso acercándome a las versiones 'limpias' de Dark Fantasy o Runaway, donde los gritos, efectos y silencios que reemplazan a los insultos aportan además sutilezas muy acertadas.

Los grandes -e inusuales- invitados y lo bien que funcionan en las canciones demuestran una vez más la plena conciencia de Kanye a la hora de hacer estas obras signadas por la locura. Es que en este caso, además de sacarse fantasmas de encima y responder a la opinión pública y presidencial, era necesario hacerlo con el mejor disco posible.

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