Últimos Gritos #71



Penúltimo balance de 2011, penúltimo episodio de la serie. Hoy sale al aire el último, de hecho.


The Weeknd - What You Need
DJ Quik - Killerdope
Frank Ocean - Lovecrimes
Violeta Castillo - Mi Cárcel
Twin Sister - Gene Ciampi
Tennis - Origins
Planningtorock - Milky Blau
James Ferraro - Adventures in Green Foot Printing
Los Dientes - Verdaderamente Negro
Spaceghostpurrp - Possessed The Intro
Big K.R.I.T. - R4 Theme Song
Kendrick Lamar - Hol'Up
Yin Jerei - Technocumbia

Todos los jueves a las 24 (UTC-3) en Antes que Nada (streaming en directo), con Ignacio Sacchi y Juan Francisco Gacitua. Por Rock & Pop Beach, FM 98.9, Mar del Plata, Argentina.

50 discos de 2011: puesto 7




Robag Wruhme - Thora Vukk. Como con todo género o subgénero establecido en bases sonoras sólidas y definidas, y surgido previamente a muchas de las corrientes musicales actuales, me resulta imposible escribir con total conocimiento de causa sobre la House. Aprendí a disfrutarla un poco a los bifes, intrigado por conocer el encanto de Alcachofa, cuando Resident Advisor lo elegía como disco de la década ignorando a discos y artistas mucho más involucrados en la causa de lo que el indie contiene en su cerco. Es una especie de visión universal precolombina que me afectó hasta darme cuenta de que sitios como Resident Advisor operan sobre un cosmos amplio pero mucho más definido que el de sitios como Pitchfork, si bien en estos últimos años ambas publicaciones compartieron la cobertura y preferencia de muchos estilos y artistas, muestra involuntaria del amplio movimiento de la artesanía musical al terreno electrónico.

La música electrónica es un barrio aparte, donde figuras de cierta reputación para un público mayormente anclado en el Rock y el Pop pueden tener una imagen completamente distinta. Como a los metaleros ortodoxos puede parecerles -de hecho les pareció- una blasfemia el acercamiento al Death Metal de Liturgy, muy celebrados por un público menos experto en el tema, en mi postura turística sobre la música electrónica tardé en asimilar positivamente la actitud relajada y rítmicamente flatulenta de Ricardo Villalobos, eminencia en lo que respecta a cantidad de estilos que desde la ignorancia percibo similares, cuando aún no lograba separar a una canción de electrónica de una estructura Pop, y menos unos años atrás, cuando me regía por lo que hicieran personajes tan poco significativos para la escena como Moby y Fatboy Slim.

Si me dejan adivinar, puede que haya un problema de arranque con la música House, Techno y afines, y sea la falta de una posibilidad explícita de empatizar con las letras mínimas y las melodías que usualmente no expresan ningún tipo de sentimientos; quizá climas, momentos o frases definidas, pero rara vez un sentimiento por el cual uno no tenga que escarbar un poco al sonido. Alcachofa, que es un disco totalmente disfrutable sin una paleta de expresiones del autor a la vista, tiene muchas historias complejas y grandes detrás de sus canciones. There Is Love in You, de Four Tet, provocaba reacciones mucho más desde la calma que alcanzaban sus elementos acústicos que desde los títulos explícitos de las canciones. Thora Vukk contagia emociones sin haberse escuchado: la hermosísima tapa predispone a hablar por unos minutos de familia, despedidas, lugar de origen, lugar de destino, infancia y pasado.

Pero dos puestos atrás había hablado de trampa en ligar la música a momentos y situaciones, y de hecho Thora Vukk no arranca yendo a las costillas. Cinco tracks de pulso uniforme, levemente evocativos pero de fuerte sobriedad, suenan muy respetuosos de las estructuras genéricas y quedan claramente detrás de la segunda mitad. Lo que sucede a partir de Pnom Gobal es especial: la voz del mismo Wruhme (alias de Gabor Schablitzki), grabada en su notebook y con notas de alcohol, sobre percusiones descuajeringadas en síncopas y variedad. Melodías tarareadas por amigos, chicos arengados por lo que parece ser un animador, una práctica coral con una nena y teclados simplísimos moviéndose entre acordes y notas cercanas entre sí, como si no quisieran irse nunca del colchón que tiran en el piso. Enorme capacidad de sorprender al técnico que quiera sorprenderse por la movilización que puede provocar Schablitzki en su minimalismo, y de hacer que aquel de sensibilidad Pop desee que estas canciones acompañen los sentimientos que la noche le haga florecer. No debía decir eso.

50 discos de 2011: puesto 8



James Ferraro: Far Side Virtual by alteredzones

“The thing from the agency said, 'We want a piece of music that is inspiring, universal, blah- blah, da-da-da, optimistic, futuristic, sentimental, emotional,' this whole list of adjectives, and then at the bottom it said 'and it must be 3 1/4 seconds long.'”

-Brian Eno sobre el sonido de inicio de Windows 95.

Por pensamiento lateral esta sería la música más comercial, vendible y confortable jamás hecha: si el trabajador de 25 a 50 vive regido por la ocurrencia de sonidos de intenciones amables que marcan el éxito o fracaso de sus acciones cotidianas (el encendido de una computadora, un mensaje de error del sistema, el pitido de la puerta del edificio al abrirse, el spot de una productora antes de cada episodio de una serie), hacer un disco basado en sonidos de este carácter debería ser una invitación irresistible a vivir 24/7 en la comodidad que el capitalismo laboral nos ofrece. Cierto es que sólo a los patrones les gusta hacer de vida y trabajo una sola cosa (lo sabrán ustedes, si sus jefes revisan las cámaras de seguridad continuamente, pasan a toda hora por el local o los llaman al celular por cualquier estupidez), por lo cual uno, parásito, pretende que la música se lo lleve lejos del ambiente al que le da un tercio de su vida útil, pero al menos estas canciones de Ferraro, las más cálidas y accesibles de su carrera, son sin lugar a duda su mejor acto de terrorismo cultural a la fecha.

Pensar este disco me remite a la primera vez que escuché a la Penguin Cafe Orchestra, lo cual me llevó unos años atrás a la banda sonora del Sims, música indicada para tener paciencia a la hora de armar la casa del personaje cuya vida íbamos a regir (si ya conectaron esta oración con la publicidad de Speedy, estamos en sintonía). Es claro que, más allá de la paridad de sonido, hablo de tres ejemplos con vectores muy distintos entre sí: el genio de Simon Jeffes, el juego para PC más vendido de la historia y, en el caso que nos ocupa, una exploración provechosa del costado musical del trabajo y ocio de los grupos socioeconómicos que más controlan y/o disfrutan la vida microcéntrica de la posmodernidad.

Con tanto trasfondo expuesto, son incontables los momentos diarios en los que podríamos introducir segundos de algún track de Far Side Virtual. Sonido 100% libre de distorsión, en suave percusión enlatada, con teclados en pizzicato, sintetizadores lineales e infinitos y climas en crescendo de fanfarria como ringtone polifónico, con dejos de referencias vocales a las tierras asiáticas de donde provienen las noticias de hombres dormidos en la oficina después de haberse quedado a laburar unas decenas de horas de más, u operarios de Apple rodeados por redes que evitan sus intentos de suicidio. La descripción técnicamente sonora de Far Side Virtual no es más fuerte que la catarata de reminiscencias que les produzca, pero exigir que la calidad de las canciones esté a la altura del concepto planteado -cosa que ya me cuestioné gracias a su disco anterior- es una injusticia: Ferraro se mimetiza demasiado bien en nuestro mundo, para ser un alien.

50 discos de 2011: puesto 9



Run DMT: Dreams by alteredzones

Run DMT - Dreams. Pocos géneros, lanzamientos y artistas hablan de manera directa y... Casual del consumo de drogas. Es una tapa habitual en mixtapes, con el rapper con la cabeza levemente hacia abajo y un costado y el humo subiendo, un concepto adherido a la impronta de bandas herederas de los Grateful Dead, como Woods y White Denim en cierto sentido, y una excusa para glorificar discos de críticos a los que no deberían hacer más caso, porque cuando el argumento principal es la situación en la que el disco funciona, se supedita su poder, efecto o virtud a una experiencia subjetiva que no todos podrán compartir. Además de que el debate pasa a ser cómo le pegó a cada persona el combo, en vez de centrarse en la música. Después, cientos de discos son descriptos por su atmósfera dreamy o dope, lo cual es más un signo involuntario de estos tiempos que un tic escrito a propósito.

Como fumador/consumidor de absolutamente ninguna droga (¿Ibuprofeno no cuenta?) me gusta enfrentar situaciones como las que me provocó Pilot Talk II de Curren$y en 2010. El disco psicodélico o simplemente fumón tiene un encanto por sí mismo; no se trata de emparentar cualquier maniobra musical a lo que el músico haya consumido para realizarla, sino de considerar, cuando la cata del autor puede confirmarse, que el disco implicará un recorrido (no redundemos diciendo viaje) por los recovecos psíquicos de quien nos habla, en un estado de inflamación, supresión, ramificación o igualación de ideas. Ustedes sabrán mejor, manga de junkies.

El celosamente guardado Dreams (ver esta crónica) vendría a ser una descripción verbal y sonora de las visiones de Michael Collins vía dimetiltriptamina, pero su estilo desarmó ese molde con el que iba a escucharlo: ¿es un disco psicodélico o un ensayo sobre música psicodélica? ¿Las atmósferas y las narraciones fueron predigitadas para sonar en esa clave o son registros auténticos del vuelo que emprendió Collins?

Despejando la especulación hay que hablar de un gran álbum de Ambient, de canciones indudablemente pictóricas, a las que es imposible reducir a una relación con el consumo, o las imágenes prácticamente abstractas que Collins describe. No sólo por el hecho de que cada uno de nosotros, en caso de escuchar esta cassette fumados, tendríamos visiones totalmente propias, sino porque en cualquier estado las canciones nos van a empujar a distintos lugares, de calma, inquietud o lo que se les ocurra. Hay algo perturbador en el sonido lo-fi de toda la cinta, que impide mantenerse pasivo a los sonidos en repetición, y que hace que uno pueda emprender su propio viaje, limpio de sustancias o no, en vez de detenerse en lo contado por Collins. Cuando la música se acerca a formas Folk el álbum amplía su victoria. Un sahumerio sesentoso se prendía silencioso detrás de mi sospecha de que hubiera un estereotipo en Dreams.

50 discos de 2011: puesto 10



James Drake Mixtape - Bombé & Mr. Caribbean by Bombé

(Descarga gratuita en dos versiones)

Bombé & Mr. Caribbean - James Drake. Como Bart cuando, jugando al magistrado en una isla desierta, exonera a Milhouse de todo cargo en el juicio por la desaparición de la comida, tengo que admitir que al día de hoy estoy bastante irritado por mi propio veredicto. Una de las ventajas de mantener en soledad este blog es la posibilidad de ejercer cualquier tipo de despotismo, maneje o bajada de línea editorial (obviamente considerando que hablamos de discos y películas sin impactar significativamente en la carrera o vida de nadie) sobre mí mismo, sin ningún prurito a la hora de, en este caso, modificar drásticamente la disposición de esta lista por diversos motivos: cotejando la importancia de un disco para estos tiempos, el virtuosismo musical, desmerecida omisión ajena o simplemente la atención que me quitó durante el año.

A James Drake le falta solidez para integrar un top 10 anual -y de esto me di cuenta muy tarde-, pero fue uno de los álbumes que más escuché en estos meses: una mezcla que condensa sin brillo pero con efectividad a dos patas muy demostrativas de lo que representa actualmente el concepto de música urbana. Si uno lo lleva con descuido por la calle va a encontrarse sumergido rápidamente en la simpleza de beats, versos y coros seleccionados, con más ingenio que trabajo duro: el tratamiento electrónico, en algunos tramos, no supera el mero retoque de CMYK, de Blake, o la reducción de Ransom de Drake a un pedazo que en repetición cobra una fuerza mucho más relacionada al resto de la mezcla. La deconstrucción de las fuentes y la constante victoria del teclado del inglés sobre las bases y reflexiones del canadiense dejan lo mejor de cada parte en su justa medida: el exceso de palabras lleva a Drake de la crónica crítica del estrellato a un lamento de mediático que llena horas de televisión veraniega, dejando discos con altibajos discursivos que resultan menos cautivantes que humorísticos. Durante la mayoría del tiempo la acción pasa por las nuevas facetas que cobran muchas de las canciones de Blake, cuyas versiones originales son vinculadas al R&B cuando en algunos casos solamente samplean las voces de sus figuras.

La mezcla no logra escapar de disonancias y momentos mal cuajados, especialmente notables a la escucha de la versión de un track, que son imposibles de ignorar cuando un álbum de pulso lento y cara de resaca dura apenas 30 minutos. Escuchándola con los tracks separados, cada uno de estos demuestra la inteligencia de los dos DJs responsables, y el sentido altamente sexual que emerge de la música de los artistas sampleados cuando se dejan sus problemas personales de lado, pero incluso de este modo algunas ideas tienen pinta de haber podido ser pulidas con más tiempo.

Me había planteado no revelar las ideas que llevaron a la disposición de los discos en esta lista, pero después de haber repasado cosas del calibre de Let England Shake y w h o k i l l en posiciones anteriores me parecía meritorio ratificar la presencia de este disco en este puesto. Con sus momentos agrios, su nula repercusión y concepto simple James Drake no va a durar en ningún imaginario por sí mismo de acá a unos años, pero al menos por estas semanas de balance me parecerá un buen memo del tipo de música que nos enmarca las ojeras cada jornada en el transporte público.

Últimos Gritos #70



Balance 2011, tercera parte.


Girls - Die
Smith Westerns - Still New
Yuck - The Wall
Robag Whrume - Pnom Gobal
Monster Rally - A Voice/Big Sur
Peaking Lights - All The Sun That Shines
Destroyer - Savage Night at The Opera
Metronomy - Some Written
Fucked Up - The Other Shoe

 Todos los jueves a las 24 (UTC-3) en Antes que Nada (streaming en directo), con Ignacio Sacchi y Juan Francisco Gacitua. Por Rock & Pop Beach, FM 98.9, Mar del Plata, Argentina.

50 discos de 2011: top 20 (2)


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15


The Decemberists - The King Is Dead. Cenicientas al tope de Billboard, sus movidas sonoras son menos notorias una vez instalados en el VIP del Rock mainstream, que a sus miembros homogeiniza. The King es la mejor reconstrucción de las fábulas rednecks de R.E.M. en sus discos del '85 y alrededores: historias sureñas en inglés de antaño, hechas a guitarra de pedal y con letras sin tanta intención de reflejarse actualmente, como acostumbraban los R.E.M. para quejarse de Reagan, sino más bien de establecer relatos apócrifos pero certeros de una época inspiradora, mas no vivida.

14


Beyoncé - 4. Qué irónico: no sólo es la peor tapa de la discografía de Beyoncé sino que encima es la que más carne deja ver desde la del debut, esta vez incluyendo un poquito de bombacha. Sin embargo es el testimonio confesional de una mujer madura, en su otra adultez que es la musical, renovando sus votos de amor eterno a una pareja récord para sendas estrellas del R&B y el Hip-Hop (por duración y aparente solidez de vínculo), en lo que luego se expresaría en forma de un bebé por nacer. Si todo es una vida armada por la discográfica para vender más discos al audiófilo de Wal-Mart, bienvenida la vieja escuela del Pop: de haber quitado Party y Run the World (Girls) de la lista final, nos habríamos quedado con una obra maestra de la melosidad noventosa al servicio de la voz intérprete. No me estoy diferenciando del insoportable que haya elegido a Adele en su lista contando que la artista le puede salvo en la manera en que 4 me agarró débil: el recuerdo de las visitas al hipermercado para comprar cassettes de Luis Miguel, como el Elvis vuelto a Memphis pero sin historias que ahuyenten clientes. Ojalá que esa figura no la acompañe nunca más, y nos empiece a hablar de amor desde la calza, la camisetita y el pañuelo en la cabeza. Como si fuera nuestra madre.

13


PJ Harvey - Let England Shake. Como el disco del puesto 15, Let England Shake se ubica en tiempo y espacio para hablar según sus códigos y signos, pero es imposible no pensar que sus ideas expresadas en lengua de Galípoli no quieran decir algo actual. A diferencia de muchos músicos en los Estados Unidos, Inglaterra no tenía hasta el momento una fotografía crítica de su idiosincrasia, un cimbronazo sobre la supervivencia de las ideas sociopolíticas de antaño a través de la repetición cíclica de conflictos y tragedias que elevan al patriotismo sobre un sentimiento de existencia conjunta e interdependiente: más bien consecuencias; la música de los suburbios como opio del joven indignado. El disco cae en un momento tan urgentemente penoso para Inglaterra que parece inapropiado -aunque no- llegar a la raíz del trauma europeo para desnudar los factores que lo condujeron a esta actualidad. Encapsulado atemporalmente también sirve: banda sonora para un parte de guerra; Rock épico a fuerza de autoharp.

12


Anna Calvi - Anna Calvi. El revival compulsivo propio del Indie no suele llegar a los rincones que alcanza Calvi en su debut: la voz de Piaf estirándose con la contracción intermitente en la garganta, la tensión morriconeana y los climas noir para secuencias inexistentes, las letras vocales ligadas como un instrumento más. Como Neko Case y la Americana, Calvi se acerca a lo que toca tocándolo como se toca. Hay campo para hacer discos de género, alejarse de los focos fáciles que microprocesan a las songwriters y no ser un ambiente de Starbucks o cortina de iPod sobre el escenario. Debut del año.

11

tUnE - yArDs - w h o k i l l. El pulso enérgico y el sonido cosmopolita deberían asegurarle un espacio en el menú de un videojuego de fútbol, donde suelen ubicarse temas baratos de derechos que den jovial, prendido y dinámico para que duren sonando lo que los muchachos tarden en limpiarse el aceite de los dedos y configurar el Barcelona - United. Como The ArchAndroid en 2010, w h o k i l l se llevó el mérito, a lo largo del año, de ser tan lúdico como para levantar muertos. Un casillero más Pop que Gang Gang Dance y dos más que Animal Collective, el caleidoscopio musical de Merrill Garbus es universal más allá del sonido, por lo que su potencial movilizador va más allá de hipsters con pretensiones tribales de recuperar la infancia (nunca) perdida. Es complejidad sonora transformada en hits con contenido político. La figura graciosa y adorable de Garbus suma en gran parte.

50 discos de 2011: top 20 (1)


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20


Caribou - RA.246. Debería ocupar un lugar mucho más alto pero lo dejo en este puesto simbólico, siendo una mix sin totalidad de producción propia ni intervención significativa sobre las canciones ajenas incluidas. El proyecto Daphni de Daniel Snaith tiene su primera edición en esta mix, con cinco tracks incluidos (más la remix de Thomas Mapfumo) entre selecciones de distintos géneros electrónicos ensamblados de una manera en la que cuesta no sólo reconocer cuánto retocó Snaith las canciones, sino además, y dejando de lado la lista de tracks, qué viene a ser propio y qué sería lo ajeno. Hay Disco rescatado del olvido ochentoso, Ghetto House, un Villalobos bien clubber y hasta un track de Charanjit Singh, el músico que le metió sintetizador y LSD al Disco hindú. La veta de DJ de Snaith puede disfrutarse también en otros sets y mixes de gira, disponibles en su SoundCloud.

Daphni editó cinco singles (uno compartido con Four Tet) que separan algunas de las canciones de la mix más algo de material nuevo, representando una extensión de lo hecho en el último disco de Caribou pero dentro de estructuras electrónicas más ortodoxas (un track como Bowls en Swim), y en vertientes que por distintas razones quedan afuera de la disco lyncheana que se imponía en aquel último álbum: Afro-beat desmenuzado en distintas piezas de Microhouse (Mapfumo, Hypersphare, Balladins, Ne Noya, Jiao), más otros tracks en el mismo ritmo pero con caminos más oscuros y sonido menos pulcro, en la tónica Reznor/Atticus (NPE, Ahora).

19


Big K.R.I.T. - ReturnOf4Eva/Big K.R.I.T. & Grillade - The 'Wuz Here' Sessions. Figura descollante de la cantera sureña -porque no vamos a tener para siempre a Big Boi- cuyo estilo incorporé con mucha más fluidez para este que es su segundo disco. Returnof4Eva tiene una característica muy difícil de encontrar en un álbum del género y es que, si bien hay canciones que me gustan mucho más que otras, no siento que ninguna esté de filler, es decir, para llenar un espacio, o quizá incluida caprichosamente en la lista. Habría motivos para que esto pasara, teniendo en cuenta que los dos discos de K.R.I.T. fueron lanzamientos digitales gratuitos, por lo cual no tiene ningún tipo de limitación técnica o comercial que le impida armar el disco simplemente como a él se le ocurra. Son 21 tracks, con dos versiones limpias como extras, y logran el cometido de evitar que la excitación baje en cualquier momento del álbum, dando como resultado una mejor escucha para el álbum completo y en orden que para algunas de las canciones sueltas. El estilo sureño es tan ortodoxo que brilla en la originalidad con la que utiliza elementos harto conocidos: beats anclados en el Soul, una métrica impecable y letras propias de la corriente consciente, que por ya escritas de otras maneras no dejan de ser ciertas. La adultez musical de Big K.R.I.T. está en su capacidad de lograr un disco buenísimo sin una producción superlativa, sobrecarga de invitados ni polémicas en mutualismo con su carrera. El EP elegido para compartir el puesto es un pequeño aporte filántropo del blog Yourstru.ly, recreando algunas canciones de K.R.I.T. Wuz Here con el gran acompañamiento de la banda R&B Grillade.

18


The Mountain Goats - All Eternals Deck. Presentando canción en Lollapalooza, John Darnielle revelaba el método tonal a la hora de componer rápido, cuando las letras salen apuradas del horno. All Eternals Deck no descuida en ningún momento la originalidad melódica, pero Darnielle se parece cada día más a un rapper, con menos deseo que necesidad por expresar lo que se le va ocurriendo. Algo más abierto que el conceptual The Life of the World to Come, despunta de una manera hermosa desde Age of Kings hasta For Charles Bronson: predominio de historias sombrías en segunda persona en tracks que representan algunas de las mejores instrumentaciones de toda su discografía. A la hora de las letras ya no tiene nada que demostrar, pero Darnielle puede cantar y tocar mejor, y en All Eternals Deck lo confirma. High Hawk Season, excentricidad que nunca se va a poder agradecer demasiado, fue la primera canción que pasamos en la radio este año.

17


Clams Casino - Instrumentals. Este es un triunfo totalmente adjudicable al buzz, la hype, el rebote y el fogueo de los blogs a los nuevos artistas. Dudo que en cualquier otra época un estudiante de fisioterapia que fabricara beats con una computadora en el altillo de la casa de su madre consiguiera el reconocimiento que esta mixtape se merece. Al menos hasta que consiguió sus primeros recitales, se sabe que Mike Volpe no conoció personalmente a ninguno de los rappers que utilizan sus bases, enviándoles por mail los archivos. Hay que decir que su popularidad se da más por una suma de menciones que por la calidad final de las canciones que lo involucraban: Clams Casino termina siendo el productor de un grupo de rappers harto populares pero aún no demasiado reconocidos críticamente. El sonido es el que escucharíamos en una clase de yoga, arrollado por percusiones, capas permanentes de sintetizadores y voces en eco constante, tan fumado como reflexivo a la vez. Estas piezas instrumentales valen oro en sí mismas, pero sería interesantísimo ver qué surge de un trabajo adecuado de Volpe en conjunto con un MC.

16


Monster Rally - Coral LP. Reseñado a principios de año (de hecho estaba digitalmente disponible en 2010, pero tomaremos en cuenta su edición en vinilo), con muchas referencias nacionales y algún exceso en mis declaraciones. Sobrevivió en mis gustos a través de los meses por su disposición similar a la de Donuts: canciones como snacks, que se pueden disfutar en puñado, de a dos o tres o mandándose el paquete entero. Ver el resto del Bandcamp por otros lanzamientos gratuitos, y un interesante análisis de la venta de Coral.

50 discos de 2011: menciones (3)

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Smith Westerns - Dye It Blonde. Si tuviera una moneda por cada banda esperanzadora surgida en el post-Strokismo... Pero soy muy difícil de convencer por estribillos beatlescos y tengo que admitir que lo disfruté mucho. Tomaron una idea de canción muy parecida a la de Girls y la llevaron a un terreno más concreto y Pop; en ese sentido la duración del disco es elocuente. Seguro prendería mucho si la pasaran en algún pub marplatense, donde escasea una idea de perfección del Rock que pase de 1977.


SP-33 - Escape From Tha Carter. Álbum de mashups entre la banda sonora de Escape From New York, de Carpenter, con las voces de Lil Wayne. Se distingue técnicamente de la media del método porque las voces y canciones se deconstruyeron y reformaron antes de ser mezcladas, en vez de integrarse desde sus versiones originales. Un mashup de una remix, en definitiva. Una manera amable, obviamente por lo conocido de ambas partes, de acercase a géneros como el Grime y el Dubstep, los Black Metal del Hip-Hop, dentro de los cuales el concepto suele comerse al producto en sí y su calidad.


Spaceghostpurrp - Blvcklvnd Rvdix 66.6 (1991). Supongo que cuando escuchen esto les voy a deber una explicación sobre el rechazo selectivo a los veinteañeros iracundos que llenan homes de portales musicales a fuerza de polémicas inaceptables para esta época de la historia. Blackland Radio tiene la misma carga de imbecilidad lírica que cualquier disco de Odd Future, quitando apenas, aunque no es poca cosa, las declaraciones homofóbicas y de apología al asesinato de mujeres embarazadas (si recién se enteran de que eso narran las letras de Odd Future les mando un abrazo contenedor). Quedan los "bitches", "niggas", "dick", "pussy", la misoginia noventosa y las declaraciones de autosuficiencia propias de la pose de una generación que por edad y estándares de vida norteamericanos difícilmente haya vivido las historias que hereda de las canciones de N.W.A., pero que tecnología mediante puede alienarse hasta expresarlas sin detenerse a pensar en que puedan estar sucediéndoles a millones de personas, en contextos muy lejanos a lo artístico e irónico. Establecido lo anterior de arranque, Spaceghostpurrp (20 años, Miami) corrió con la ventaja de una cobertura muy discreta de la crítica sobre su música, lo cual probablemente se desencadena del hecho de que Blackland Radio sea enteramente la declaración de un personaje -no necesariamente un alter ego- que no deja filtrar datos autobiográficos o declaraciones "importantes" sobre las cosas. Mientras el soporífero Goblin de Tyler, The Creator se conduce a los tumbos entre una pose rapper de antaño, juegos adolescentes sobre la moral universal parecidos a chicanas de Lars von Trier, pases de factura interminables y lloriqueos obsesivo-compulsivos sobre la infancia sufrida, Blackland Radio sale con su estupidez desnuda, a la libre interpretación del oyente, a intentar entretener como entretiene un chiste antisemita del tío en la sobremesa de un asado. Quiero decir: si el tío contara ese chiste en el medio de un discurso que se pretende serio, ya tendríamos un familiar menos que saludar en las fiestas. Nota aparte al impresionante tratamiento lo-fi del sonido, construcción originalísima del clima turbulento que ayuda a sacar risas cómplices en vez de hacernos temer que el Nü-Metal haya ejercido alguna influencia en las estrellas del futuro.


Tennis - Cape Dory. Si no vieron este disco en muchas listas de lo mejor del año, déjenme contarles con poco decoro lo sucedido: después de meses de inflar a este dúo retro cuando editaba singles y cassettes, la crítica decidió que no estaba satisfecha con el salto al LP y decidió pasar a bendecir permanentemente a otro dúo retro que es Cults. Yo hice el camino inverso, llegando con poca confianza al álbum e inesperadamente disfrutándolo mucho. La pérdida de distorsión no los afectó en lo absoluto, y en cambio hizo mucho más apreciable la voz de Alaina Moore. Maduración para una ola (la del Retro Pop) gastada antes de nacer. Muchas de las canciones pueden apreciarse bastante cambiadas en los anteriores lanzamientos del dúo.


The War on Drugs - Slave Ambient. Primo hermano de Smoke Ring for My Halo, sobre el cuál escribiré en una mejor ubicación numérica. Está más relacionado con Springsteen que este último, aunque termina de diferenciarse en sus varios momentos definidamente Shoegaze.


The Weeknd - House Of Balloons. Un tweet de Drake: retweets, hits, rebote, BNM y una convulsión colectiva por la segunda mixtape de un artista de 21 años, reconocido este año por el gran público gracias a un tweet de Drake. Pero váyanse un poco a cagar... Es un muy buen álbum, pese a la irritante fama repentina. Cuando salió House Of Balloons, su primera mixtape, ni siquiera se sabía que era -o quién era- Abel Tesfaye. En las mejores canciones, debajo de su falsete privilegiado se disponen bases parejitas (el intraducible término smooth), que casi siempre se encuentran en constante tensión, mayormente desatada en los climas tormentosos de Thursday. Sus letras de polvos y consecuencias se alinearon con una estética de resaca de publicidad de perfume, en una unidad de imagen, arte y videos también reconocible en los Odd Future.


Twin Sister - In Heaven. No es técnicamente el primer LP, teniendo en cuenta el cassette Alternates, del año pasado, pero sí su primer esfuerzo desde un lugar con ciertas responsabilidades. La principal virtud de la banda es su facilidad para el eclecticismo en la suma de las canciones, si bien en general se reconocen dentro del Dream-Pop: el año pasado se desviaban entre la Chanson y la Bossa Nova, y para este disco se meten exitosamente con el Retro-Pop asiático (Gene Ciampi), el Disco (Bad Street) y Kimmi In a Rice Field, una gema que llegó 20 años tarde a cualquier episodio de Twin Peaks. El Tumblr de Andrea Estella, hermosura de cantante, revela influencias importantes de la cultura asiática del entretenimiento contemporáneo.


Violeta Castillo - Uno/Otro. Una nueva songwriter nacional que viene con letras impresionistas, un buen background de la escena argentina de los '90 y principios de los '00 como herencia musical y una sana inclinación a las ornamentaciones electrónicas. Los dos EPs de Castillo (me juego a que las canciones mezcladas hubieran armado un gran álbum) son como una extensión de lo que hubiera sido A-Tirador Láser si hubiera dejado una yapa después de El título es secreto, pero con una mayor simpleza y uniformidad de estructuras (convengamos que para lo último de Martí en ATL había que calcular mínimamente dos vueltas melódicas de tuerca por canción). Este año en la radio pasamos a otros artistas argentinos igual de interesantes, como la discípula de Castillo, Paula Trama.


White Denim - Live at Third Man. D es un muy buen disco, pero decido quedarme con una gran prueba pasada por la banda. Jack White, como productor del disco, habría tenido la idea de mandar lo grabado a cinta directo a los vinilos, por lo cual todo ripeo que consigan del disco debería sonar bastante como un bootleg. De Pearl Jam, si fuera una jam band todavía creativa. Ese fue mi intento de descripción de sonido.


Yuck - Yuck. Esto sí que es valentía: Punk noventoso, y no estoy confundiendo de género a los Silver Jews o a Sonic Youth. Esto hubiera salido en MTV junto al video de Basket Case. Puede provocar reminiscencias de todos los sentidos a esa época, en demasía si hacen un esfuerzo.

50 discos de 2011: menciones (2)


Ordenados alfabéticamente. Clickear las tapas para escuchar.


Helado Negro - Canta Lechuza. Reseñado aquí mismo hace poquísimos días.


James Blake - James Blake. Definición de la respuesta británica al dubstep de yuppies, reivindicación de paradigmas musicales negros del segundo lustro de los '90, homenaje implícito a D'Angelo, barbershop erotica. Junto a Jamie XX contagiaron a estandartes ingleses como Thom Yorke, más interesado en tocar como DJ que en hacer discos interesantes. Hacia enero parecía que dominaba el mundo, y no terminó vendiendo tanto bajo editora dependiente de Universal, donde comparte cartel con Enrique Iglesias.


Jin Yerei - Bootycumbiatraxx. Recibí este disco en manos del mismo Jin Yerei, cuando vino al ContraCongreso de Cultura en Mar del Plata como responsable de su editora 808m. Aproximaciones a la Cumbia que en la mayoría de los casos no van a animar la parte bailable de la fiesta (suponiendo que todos nosotros no bailamos con el Microhouse), pero que se prestan completamente a una escucha atenta y estática. Technocumbia, por otra parte, es un track incendiario que se come al cover de Manuel Santillán, El León, de Nortec Collective. Lo enganché en un compacto de goles del ascenso de TN Deportivo.


Kendrick Lamar - Section.80. Esperanza de Hip-Hop comprometido con lo que hace de sí mismo, Lamar tiene una versatilidad importante para distribuir distintos climas que mantienen el interés del otro lado para la hora de música que suman las 16 canciones. Es fantástico lo que se puede lograr cuando hay un desafío artístico y una falta de temor a salir de la zona de confort, en vez de apegarse al cinismo hasta terminar de exprimirlo.


Lil B - Free Music: The Complete Myspace Collection. Entrar a escuchar canciones entre el catálogo de Lil B es como comprar una caja enorme de casettes desconocidos en el mercado de pulgas. Las 676 canciones que levantó un fanático del Dios Basado desde todas las cuentas de Myspace que el rapper abrió para postear canciones invitan a ser recorridas al azar, sin expectativas de grandes enunciaciones ni talentos que defender a rajatabla. Lil B es un personaje contradictorio y poco original, pero sus mejores momentos son una aproximación moderna a Weird Al Yankovic que es más que bienvenida. No se distraigan con los discos de nombres rutilantes.


Los Ellos - Compilado homenaje a El Eternauta. 18 canciones son demasiadas visiones distintas sobre una historia como para quedar con un producto muy uniforme conceptualmente (lo cual también pudo haber jugado en contra si todas las bandas decidían ocuparse de las escenas de acción del cómic, por ejemplo), pero el cometido que logró el compilado fue presentar un disco sólido con bandas que sí quedan bien plasmadas en lo musical, por estilo y calidad. En ese sentido, reescribo la primera idea y pienso que es un golazo haber logrado un disco con tantas intervenciones sin que ninguna quede demasiado fuera de lugar, además de poder ser disfrutado plenamente sin siquiera haber leído el cómic. Cumplen bandas que ya conocía, como Pommez Internacional, Moustro!, Fútbol y Los Dientes, y descubro positivamente a Excursiones Polares, Dietrich, Bradien, La Patrulla Espacial, Cinemática y Casimiro Roble.


Matana Roberts - Coin Coin Chapter One: Gens de Couleur Libres. Un disco-cátedra para quienes nos creíamos cool escuchando a los Mars Volta hace dos años. Roberts cuenta una historia más grande que la vida de una manera tan personal y lograda como Osvaldo Golijov en La Pasión según San Marcos. Una vez superado el viaje, cosa que no voy a negar que cueste, queda esa extraña sensación del apetito por un género que usualmente alejamos del MP3. La aparición sucesiva de distintas formas del Jazz es didáctica y entretenida, respecto a lo musical y a la historia verídica que cuentan las letras. O los interludios de palabra hablada, ahora que podemos hablar propiamente.


Metronomy - The English Riviera. Si no se la hubiera jugado el Guardian no hubiera descubierto ni siquiera a la banda, cuya existencia desconocía totalmente. Por lo que leí, han atravesado una metamorfosis sonora importante hasta llegar a este disco de climas amables y letras cortantes, una habilidad tan riesgosa que hasta a sus principales virtuosos (¿Steely Dan?) les terminó jugando en contra. Jamás en la vida me habría imaginado que un disco de este tipo (maduro, simple y muy cómodo al oído) viniera de la mano de un proyecto indie de una década de existencia, errático en su sonido y sin una banca regular de la crítica.


Ñaka Ñaka - Telenovela Fantasmux II. Mix de jingles televisivos ralentizados del México ochentoso. Recomendación ampliada al resto de su perfil en SoundCloud, para un discípulo artístico de amigos de la casa como James Ferraro, Megazord, Ford & Lopatin, el blog Chocolate Bobka y otros exploradores de zeitgeists del pasado. Forma parte de una escena hipster mexicana digna de atención, junto a tremendos blogs como UFOria y Negative † Youth, y lanzamientos de este año como el EP Ritmo de Amor de Los Macuanos y Sounds Like Cocoon Fever de White Ninja.


Panda Bear - Tomboy. Paga con un disco inevitablemente menor el haber sido más caleidoscópico que Animal Collective misma, en su anterior Person Pitch. En conversación con la blogger Jennifer Graciano lo comparábamos con el esfuerzo de Avey Tare, del año pasado, y coincidíamos en que si bien Tomboy tiene singles mucho más fuertes termina perdiendo como disco entero. Hay un detalle uniforme -de la producción de Sonic Boom- a lo largo de las canciones, y es un sonido bastante incómodo, evidenciado sobre todo en los estribillos, muy parecido a esos momentos cinematográficos donde la cámara flota en un mar tormentoso con el personaje, y nos alternamos entre el silencio subacuático y el quilombo en la superficie. Recomendable bajarse la edición de los cuatro vinilos, para comparar las canciones según versiones (singles y LP) y disfrutar de acapellas e instrumentales.

50 discos de 2011: menciones (1)


Ordenados alfabéticamente. Clickear las tapas para escuchar.


Bombino - Agadez. Gran valor del Rock Tuareg, indicado si les gusta Tinariwen, que también editó este año, y con mucho artista occidental invitado. Brevemente comentado (terrible historia de vida de Bombino incluida) en Últimos Gritos #62.


Bon Iver - Bon Iver, Bon Iver. Un muy buen segundo disco para subir la apuesta del debut, pero hasta ahí nomás con los puntajes, puestos privilegiados en listas de fin de año y su status de acá al futuro, en una escena ruralwave sobrecargada de discos que necesitan del propio empeño auditivo para diferenciarse. Comenté mi incomodidad con instrumentos y estructuras.


Bonnie "Prince" Billy & The Cairo Gang - Island Brothers. Oldham editó muchas otras cosas este año, y pude haber usado este puesto para cualquier LP en vez de este single, pero rara vez las canciones destinadas a beneficiencia están tan conectadas con -y son tan favorables a- sus intenciones y causas apadrinadas. Dos gemas alla Jackson Browne, movilizadoras de emociones para cualquier contexto.


Boy Friend - Boy Friend EP. O Sleep ∞ Over línea fundadora, dos tercios del trío (Sarah Brown y Christa Palazzolo) que dejaron sola a Stefanie Franciotti con el nombre original y en el divorcio se quedaron con el colchón de sintetizadores, las voces lejanas, los volantazos melódicos lyncheanos y la sensualidad. Amplias ganadoras, aunque el disco de Franciotti no tiene nada de desdeñable. Editan LP en 2012.


Dent May - Fun. La mayor estrella que el Pop nunca va a reconocer apenas dejó este single en 2011, de brillo veraniego de platino y reminiscencias a la reminiscencia de Brian Wilson sobre Rivers Cuomo. Fun es mi canción del año, Dent May un ídolo sobre el que quisiera hablar por teléfono con mis amigas quinceañeras, tirado en mi habitación y con su poster de fondo.


DJ Quik - The Book of David. El disco de desdén de un año marcado por la supremacía silenciosa y sorpresiva de las figuras negras de distintas viejas escuelas, sobre el bochinche de los veinteañeros iracundos y la excitación por estos últimos de los treintañeros sedentarios en sus blogs. Sobre un eje de exceso en la autoreferencia de las letras y la cantidad de canciones, decenas de momentos filosos sobre bases que alimentarían con sobras los discos de artistas de un R&B mucho menos ofensivo.


Forma - FORMA. Zapadas de sintetizadores cuyas reminiscencias y orígenes pueden ser mejor explicados en otros blogs. He preferido, sin embargo, disfrutar el viaje a perder tiempo buscando referencias acuáticas y de texturas, obvias para cientos de otros discos similares. Una apuesta original a apreciar al sintetizador por sí mismo, más que como acompañamiento ambiental, popero o bailable.


Frank Ocean - Nostalgia, Ultra. Incómodo musicalmente entre una horda adolescente de cruces invertidas, incómodo con hacer carrera apadrinado por Kanye West, incómodo no pudiendo samplear lo que quiere con Def Jam, ¡un maestro! Tiene mucho campo libre para discos más concretos y sólidos en el futuro, pero hasta las ridiculeces que llegaron a entrar en este bootleg tienen su encanto: el sampleo de Hotel California en American Wedding es una vuelta completa al ciclo de lo grasa, hasta que uno lo termina disfrutando y todo. Elogiado cuando analizamos a Odd Future.


Fucked Up - David Comes To Life. La respuesta contemporánea al "Take that, Hüskers!" que lanzaron los Minutemen en el dorso de Double Nickels on The Dime: David Comes To Life dura casi dos minutos más que las 43 canciones del tour de force californiano de los '80. Cabría preguntarse, como Niembro cuando las finales ya están definidas, si Fucked Up ya merece estar en el canon clásico del Punk.


Girls - Father, Son, Holy Ghost. Junten los dos LPs de Girls y díganme si no encuentran la discografía de Costello resumida: FSHG representaría así el comienzo de su periodo dork uncool, de King of America en adelante. Hasta el comienzo arrollador de Die se diluye en la tónica melancólica general del disco, y no estaría nada mal que Girls continuara en esa espiral.

50 discos de 2011: introducción



Son las 22 horas del domingo 11 y me faltan cotejar dos discos para ubicar a uno en el último lugar de las menciones, que serán las primeras revelaciones de esta lista, un rato después de que ustedes lean esto. Me puse a revisar la selección del año pasado con la idea de que había sido mucho más permisivo en la cantidad de discos ingresados: noto que simplemente había elegido 9 más que en este año, y que de hecho ahora mismo me quedo con una lista aparte de 14 suplentes, todos con algún atributo suficiente para al menos ser nombrados entre lo mejor que salió. Tanto disco se junta más por obligación -el bloque radial- que por mero gusto, pero es válido cuestionar el armado de una lista de música que es imposible escuchar apropiadamente durante un año, cuando escuchar y repasar discos no es la ocupación principal, y que no tiene otra función que la de mencionar el disco con una mala reseña, señalando las virtudes equivocadas de un álbum que probablemente no se nombre más en unos años. Armar la lista cada año es para mí una apuesta a largo plazo, un ejercicio minucioso y neurótico de elegir un orden para decir algo en particular, diferenciarse en lo que uno espera de la música: la democracia cultural que impuso Internet da la posibilidad -muy poco aprovechada- de establecer desde la trinchera propia que algo distinto está de moda, está emergiendo, es lo nuevo o lo viejo en la música. Si quisiera, googleando unas horas podría armar un argumento sobre la frescura de la polka neocelandesa actual, porque ya no hay género que no tenga una tribuna de perfiles en SoundCloud, Bandcamp y cualquier otra red para respaldarlo. Con un poco de argumentos y algo de rebote periodístico, ningún género musical hoy puede estar muerto.

En esa libertad total de elección muchas publicaciones suelen inclinarse por una posición visible: la Rolling Stone nacional por el mainstream del rock, la Inrockuptibles por figuras del Indie casi siempre ya establecidas, Gorilla vs. Bear por artistas con la menor cantidad de discos posibles, Pitchfork por un eclecticismo que seguro incluya rappers de menos de 21 años en los primeros puestos, el Guardian por artistas británicos, etc. Espero que en la sucesión -y omisión- de nombres de estos días encuentren una visión original respecto al panorama, no sólo musical, que me encontré en estos meses que pasaron. Desde hoy y hasta el miércoles habrán menciones para 30 discos, entre el jueves y viernes se publicarán los discos del puesto 20 al 11 y la semana que viene, del lunes al viernes, el top 10.

Últimos Gritos #69



Balance de 2011, segunda parte.


(El reproductor puede no verse por RSS)

Bonnie "Prince" Billy & The Cairo Gang - New Wonder
The Mountain Goats - Outer Scorpion Squadron
Bon Iver - Wash.
Matana Roberts - Kersalia
Colin Stetson - Lord I Just Can't Keep From Crying
Fire! With Jim O'Rourke - Please, I Am Released
tUnE-yArDs - Bizness
Beyoncé - Countdown

Todos los jueves a las 24 (UTC-3) en Antes que Nada (streaming en directo), con Ignacio Sacchi y Juan Francisco Gacitua. Por Rock & Pop Beach, FM 98.9, Mar del Plata, Argentina.

Los 10 posts de 2011



No queda casi nada por postear este diciembre -se vienen los 50 discos del año, que no es poco-, y repentinamente se me ocurrió resumir de la siguiente manera el trabajo duro hecho para este blog durante todo el año. Me encerré en el criterio riquelmista de postear sólo si es necesario y valedero, de evitar la tentación de subir algo hecho a las apuradas para tener una primicia, más hits o seguir la corriente de la hipérbole, y de llevar siempre hasta el máximo posible el camino que ustedes puedan recorrer, las referencias que puedan encontrar y los megas de música que puedan descargar. El premio no es una cantidad rutilante de visitas, de seguidores en Twitter o fans en Facebook, ni menciones en medios, ni dividendos ni cualquier cosa que reciben como reconocimiento blogs mejores que este, sino una satisfacción inmensa de haber llegado a concretar la gran mayoría de las cosas planeadas, y el estrecho contacto que puedo mantener con algunos de ustedes, intercambiando recomendaciones e ideas durante todo el año. Hay una gran idea y un gran deseo para 2012: lo que se cumpla implicará renovar y redoblar esfuerzos, y espero ansioso el momento de hacerlo. Los posts se ordenan cronológicamente y se eligieron por su volumen de información e importancia particular.

1- Cinematógrafos de Eduardo Cozarinsky, en PDF: entretenimiento veraniego para días de desempleo. [Link]

2- LCD Soundsystem en Buenos Aires: en enero fui a ver a MGMT, pero en este caso se trataba de ídolos de mi adolescencia y su fin. La reunión del dinero para pasajes y entrada fue propia de un fan de La Renga, pero las demostraciones de fanatismo a la banda no habían arrancado ni terminarían en ese momento. [Link]

3- Lista de links a películas del BAFICI: la bonanza bianual que realizo según pasan los festivales (ver otras listas de links en la barra de la derecha) tuvo especial repercusión este año, con los retweets bondadosos y las recomendaciones de taringueros, y hasta un reconocimiento "oficial" en el último festival de cine de Mar del Plata, del cual por ahora no diré involucrados ni situación para no poner en problemas a nadie. Pero mil gracias. [Link]

4- Cobertura en directo del último recital de LCD Soundsystem: un poco absurdo prenderse a leer tweets de alguien mirando un show por la computadora, pero varios lo hicieron y la experiencia fue muy linda. Sumé links para descargar el recital en video. [Link]

5- ¿En los albores de una nueva cumbia?: fue previo a la explosión de los Wachiturros, pero inclusive después tampoco se hubiera referido a ellos. Habla más de lo musical que de lo estético. [Link]

6- El concurso radial que gané: todavía más autobombo. [Link]

7- Últimos Gritos #56: miren quién señala con el dedo a Pitchfork. Otros episodios del bloque radial que me gustaron este año son el 45, 47, 48 y 54. [Link]

8- We blog econo: afuera repercutió como me lo esperaba, siendo que me encantó lo que pude sacarle a uno de mis bloggers favoritos sobre qué significa escribir sobre música hoy. En Argentina el rebote fue muchísimo menor, pero logró instalarse la idea. [Link]

9- Donuts Para Todos: hice varias mixtapes este año (ver links a la derecha, sin olvidarse de la radio), pero este fue el testimonio de la febril segunda mitad de año que atravesé. El programa es enredadísimo pero ayuda a pasar el tiempo, me parece. [Link]

10- Tercer diario del festival de cine de Mar del Plata: como hiciera el año pasado, miré hacia mis adentros y esta vez salí mucho más optimista, aunque fueron fuertes mis reservas. [Link]