50 discos de 2011: menciones (2)


Ordenados alfabéticamente. Clickear las tapas para escuchar.


Helado Negro - Canta Lechuza. Reseñado aquí mismo hace poquísimos días.


James Blake - James Blake. Definición de la respuesta británica al dubstep de yuppies, reivindicación de paradigmas musicales negros del segundo lustro de los '90, homenaje implícito a D'Angelo, barbershop erotica. Junto a Jamie XX contagiaron a estandartes ingleses como Thom Yorke, más interesado en tocar como DJ que en hacer discos interesantes. Hacia enero parecía que dominaba el mundo, y no terminó vendiendo tanto bajo editora dependiente de Universal, donde comparte cartel con Enrique Iglesias.


Jin Yerei - Bootycumbiatraxx. Recibí este disco en manos del mismo Jin Yerei, cuando vino al ContraCongreso de Cultura en Mar del Plata como responsable de su editora 808m. Aproximaciones a la Cumbia que en la mayoría de los casos no van a animar la parte bailable de la fiesta (suponiendo que todos nosotros no bailamos con el Microhouse), pero que se prestan completamente a una escucha atenta y estática. Technocumbia, por otra parte, es un track incendiario que se come al cover de Manuel Santillán, El León, de Nortec Collective. Lo enganché en un compacto de goles del ascenso de TN Deportivo.


Kendrick Lamar - Section.80. Esperanza de Hip-Hop comprometido con lo que hace de sí mismo, Lamar tiene una versatilidad importante para distribuir distintos climas que mantienen el interés del otro lado para la hora de música que suman las 16 canciones. Es fantástico lo que se puede lograr cuando hay un desafío artístico y una falta de temor a salir de la zona de confort, en vez de apegarse al cinismo hasta terminar de exprimirlo.


Lil B - Free Music: The Complete Myspace Collection. Entrar a escuchar canciones entre el catálogo de Lil B es como comprar una caja enorme de casettes desconocidos en el mercado de pulgas. Las 676 canciones que levantó un fanático del Dios Basado desde todas las cuentas de Myspace que el rapper abrió para postear canciones invitan a ser recorridas al azar, sin expectativas de grandes enunciaciones ni talentos que defender a rajatabla. Lil B es un personaje contradictorio y poco original, pero sus mejores momentos son una aproximación moderna a Weird Al Yankovic que es más que bienvenida. No se distraigan con los discos de nombres rutilantes.


Los Ellos - Compilado homenaje a El Eternauta. 18 canciones son demasiadas visiones distintas sobre una historia como para quedar con un producto muy uniforme conceptualmente (lo cual también pudo haber jugado en contra si todas las bandas decidían ocuparse de las escenas de acción del cómic, por ejemplo), pero el cometido que logró el compilado fue presentar un disco sólido con bandas que sí quedan bien plasmadas en lo musical, por estilo y calidad. En ese sentido, reescribo la primera idea y pienso que es un golazo haber logrado un disco con tantas intervenciones sin que ninguna quede demasiado fuera de lugar, además de poder ser disfrutado plenamente sin siquiera haber leído el cómic. Cumplen bandas que ya conocía, como Pommez Internacional, Moustro!, Fútbol y Los Dientes, y descubro positivamente a Excursiones Polares, Dietrich, Bradien, La Patrulla Espacial, Cinemática y Casimiro Roble.


Matana Roberts - Coin Coin Chapter One: Gens de Couleur Libres. Un disco-cátedra para quienes nos creíamos cool escuchando a los Mars Volta hace dos años. Roberts cuenta una historia más grande que la vida de una manera tan personal y lograda como Osvaldo Golijov en La Pasión según San Marcos. Una vez superado el viaje, cosa que no voy a negar que cueste, queda esa extraña sensación del apetito por un género que usualmente alejamos del MP3. La aparición sucesiva de distintas formas del Jazz es didáctica y entretenida, respecto a lo musical y a la historia verídica que cuentan las letras. O los interludios de palabra hablada, ahora que podemos hablar propiamente.


Metronomy - The English Riviera. Si no se la hubiera jugado el Guardian no hubiera descubierto ni siquiera a la banda, cuya existencia desconocía totalmente. Por lo que leí, han atravesado una metamorfosis sonora importante hasta llegar a este disco de climas amables y letras cortantes, una habilidad tan riesgosa que hasta a sus principales virtuosos (¿Steely Dan?) les terminó jugando en contra. Jamás en la vida me habría imaginado que un disco de este tipo (maduro, simple y muy cómodo al oído) viniera de la mano de un proyecto indie de una década de existencia, errático en su sonido y sin una banca regular de la crítica.


Ñaka Ñaka - Telenovela Fantasmux II. Mix de jingles televisivos ralentizados del México ochentoso. Recomendación ampliada al resto de su perfil en SoundCloud, para un discípulo artístico de amigos de la casa como James Ferraro, Megazord, Ford & Lopatin, el blog Chocolate Bobka y otros exploradores de zeitgeists del pasado. Forma parte de una escena hipster mexicana digna de atención, junto a tremendos blogs como UFOria y Negative † Youth, y lanzamientos de este año como el EP Ritmo de Amor de Los Macuanos y Sounds Like Cocoon Fever de White Ninja.


Panda Bear - Tomboy. Paga con un disco inevitablemente menor el haber sido más caleidoscópico que Animal Collective misma, en su anterior Person Pitch. En conversación con la blogger Jennifer Graciano lo comparábamos con el esfuerzo de Avey Tare, del año pasado, y coincidíamos en que si bien Tomboy tiene singles mucho más fuertes termina perdiendo como disco entero. Hay un detalle uniforme -de la producción de Sonic Boom- a lo largo de las canciones, y es un sonido bastante incómodo, evidenciado sobre todo en los estribillos, muy parecido a esos momentos cinematográficos donde la cámara flota en un mar tormentoso con el personaje, y nos alternamos entre el silencio subacuático y el quilombo en la superficie. Recomendable bajarse la edición de los cuatro vinilos, para comparar las canciones según versiones (singles y LP) y disfrutar de acapellas e instrumentales.

No hay comentarios: