50 discos de 2011: introducción



Son las 22 horas del domingo 11 y me faltan cotejar dos discos para ubicar a uno en el último lugar de las menciones, que serán las primeras revelaciones de esta lista, un rato después de que ustedes lean esto. Me puse a revisar la selección del año pasado con la idea de que había sido mucho más permisivo en la cantidad de discos ingresados: noto que simplemente había elegido 9 más que en este año, y que de hecho ahora mismo me quedo con una lista aparte de 14 suplentes, todos con algún atributo suficiente para al menos ser nombrados entre lo mejor que salió. Tanto disco se junta más por obligación -el bloque radial- que por mero gusto, pero es válido cuestionar el armado de una lista de música que es imposible escuchar apropiadamente durante un año, cuando escuchar y repasar discos no es la ocupación principal, y que no tiene otra función que la de mencionar el disco con una mala reseña, señalando las virtudes equivocadas de un álbum que probablemente no se nombre más en unos años. Armar la lista cada año es para mí una apuesta a largo plazo, un ejercicio minucioso y neurótico de elegir un orden para decir algo en particular, diferenciarse en lo que uno espera de la música: la democracia cultural que impuso Internet da la posibilidad -muy poco aprovechada- de establecer desde la trinchera propia que algo distinto está de moda, está emergiendo, es lo nuevo o lo viejo en la música. Si quisiera, googleando unas horas podría armar un argumento sobre la frescura de la polka neocelandesa actual, porque ya no hay género que no tenga una tribuna de perfiles en SoundCloud, Bandcamp y cualquier otra red para respaldarlo. Con un poco de argumentos y algo de rebote periodístico, ningún género musical hoy puede estar muerto.

En esa libertad total de elección muchas publicaciones suelen inclinarse por una posición visible: la Rolling Stone nacional por el mainstream del rock, la Inrockuptibles por figuras del Indie casi siempre ya establecidas, Gorilla vs. Bear por artistas con la menor cantidad de discos posibles, Pitchfork por un eclecticismo que seguro incluya rappers de menos de 21 años en los primeros puestos, el Guardian por artistas británicos, etc. Espero que en la sucesión -y omisión- de nombres de estos días encuentren una visión original respecto al panorama, no sólo musical, que me encontré en estos meses que pasaron. Desde hoy y hasta el miércoles habrán menciones para 30 discos, entre el jueves y viernes se publicarán los discos del puesto 20 al 11 y la semana que viene, del lunes al viernes, el top 10.

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