50 discos de 2011: puesto 8



James Ferraro: Far Side Virtual by alteredzones

“The thing from the agency said, 'We want a piece of music that is inspiring, universal, blah- blah, da-da-da, optimistic, futuristic, sentimental, emotional,' this whole list of adjectives, and then at the bottom it said 'and it must be 3 1/4 seconds long.'”

-Brian Eno sobre el sonido de inicio de Windows 95.

Por pensamiento lateral esta sería la música más comercial, vendible y confortable jamás hecha: si el trabajador de 25 a 50 vive regido por la ocurrencia de sonidos de intenciones amables que marcan el éxito o fracaso de sus acciones cotidianas (el encendido de una computadora, un mensaje de error del sistema, el pitido de la puerta del edificio al abrirse, el spot de una productora antes de cada episodio de una serie), hacer un disco basado en sonidos de este carácter debería ser una invitación irresistible a vivir 24/7 en la comodidad que el capitalismo laboral nos ofrece. Cierto es que sólo a los patrones les gusta hacer de vida y trabajo una sola cosa (lo sabrán ustedes, si sus jefes revisan las cámaras de seguridad continuamente, pasan a toda hora por el local o los llaman al celular por cualquier estupidez), por lo cual uno, parásito, pretende que la música se lo lleve lejos del ambiente al que le da un tercio de su vida útil, pero al menos estas canciones de Ferraro, las más cálidas y accesibles de su carrera, son sin lugar a duda su mejor acto de terrorismo cultural a la fecha.

Pensar este disco me remite a la primera vez que escuché a la Penguin Cafe Orchestra, lo cual me llevó unos años atrás a la banda sonora del Sims, música indicada para tener paciencia a la hora de armar la casa del personaje cuya vida íbamos a regir (si ya conectaron esta oración con la publicidad de Speedy, estamos en sintonía). Es claro que, más allá de la paridad de sonido, hablo de tres ejemplos con vectores muy distintos entre sí: el genio de Simon Jeffes, el juego para PC más vendido de la historia y, en el caso que nos ocupa, una exploración provechosa del costado musical del trabajo y ocio de los grupos socioeconómicos que más controlan y/o disfrutan la vida microcéntrica de la posmodernidad.

Con tanto trasfondo expuesto, son incontables los momentos diarios en los que podríamos introducir segundos de algún track de Far Side Virtual. Sonido 100% libre de distorsión, en suave percusión enlatada, con teclados en pizzicato, sintetizadores lineales e infinitos y climas en crescendo de fanfarria como ringtone polifónico, con dejos de referencias vocales a las tierras asiáticas de donde provienen las noticias de hombres dormidos en la oficina después de haberse quedado a laburar unas decenas de horas de más, u operarios de Apple rodeados por redes que evitan sus intentos de suicidio. La descripción técnicamente sonora de Far Side Virtual no es más fuerte que la catarata de reminiscencias que les produzca, pero exigir que la calidad de las canciones esté a la altura del concepto planteado -cosa que ya me cuestioné gracias a su disco anterior- es una injusticia: Ferraro se mimetiza demasiado bien en nuestro mundo, para ser un alien.

No hay comentarios: